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​Como casi todos saben, desde hace unos 40 años existe la EPE. Siempre, durante este tiempo hemos querido concebir una mejor educación para nuestros niños y jóvenes. Estos esfuerzos han logrado reconocimiento por muchos compañeros en Colombia y por educadores extranjeros que nos visitan con frecuencia.   Resumir lo que hemos logrado en pocas líneas es muy difícil; sin embargo, valga decir que en términos de las mediciones estandarizadas en nuestro medio poseemos muy buenos resultados. Pero nuestra mayor conquista no es haber logrado eso. Hay otros elementos que son fundamentales.
 
Para nosotros, lo más importante es la formación por la que propugnamos en términos de las posibilidades de vivir por fuera de los parámetros de la obediencia en cuanto no aceptamos las imposiciones abusivas que se concretan en el currículo (universal), las evaluaciones (estandarizadas y globales) y los controles permanentes que asumen las formas de manual de convivencia o de reglamentos.  En este sentido, hemos logrado que en las situaciones de conflicto los protagonistas sean quienes asumen las tareas pertinentes en el marco de la conversación para superarlos, sin pretender que lo que se logre se convierta en ejemplo para otros conflictos en el futuro: cada situación es específica, posee historia y protagonistas distintos.
 
Por otra parte, hemos logrado elaborar otras definiciones de disciplinas escolares, diferentes a las que usualmente orientan el trabajo escolar. Por ejemplo, para nosotros las matemáticas no son los algoritmos sino la incursión de otras formas de pensamiento y el fortalecimiento de lo que es la creación en matemáticas.  Por ejemplo, nuestros énfasis no están en la información sino en el conocimiento. Es por ello que el trabajo por proyectos es el ideal, y con él, el trabajo por proyectos comprometidos con el entorno, con el barrio, con el país y con el planeta. En ese sentido hemos construido entornos de trabajo como la economía azul, la actividad en tecnología e invención y otros más.
 
Y, valga decir, todo esto ha sido posible por haber logrado elaborar la confianza como elemento clave a la hora de tomar determinaciones. Es entonces con la confianza en nuestras capacidades y en nosotros mismos, en la honestidad de nuestros colegas y compañeros y en lo que podemos lograr todos, unida al optimismo y entusiasmo que deviene de lo que hacemos, que hemos llegado a donde estamos.
  
Esta carta va dirigida a mis amigos y también a los amigos de mis amigos.
El asunto es que creemos que ha llegado el momento de compartir nuestros hallazgos (y también nuestras preocupaciones y problemas) para contribuir a lo que siempre hemos querido: mejorar nuestra educación. Y para ello hemos inventado un conjunto de acciones que se concretan en sistematizaciones, escritos y cursos a diferentes niveles. Una primera oferta de estos cursos la estamos haciendo a través del TALLER DE LA EPE
 
Pienso que, al compartir nuestras experiencias con educadores y padres de familia, podemos ir consolidando una idea renovada y alternativa de lo que puede ser nuestra escuela colombiana. Ahora bien, nuestra propuesta no es un discurso, es una manera de abocar las problemáticas cotidianas, es una manera de vincular la escuela con la familia, es una manera de ver y percibir nuestro entorno y las posibilidades de transformación.
 
Es por todo lo anterior que invito a mis amigos y a los amigos de mis amigos a participar en este gran proyecto que es la proyección de la Escuela Pedagógica Experimental.
 
¡Conoce y difunde EL TALLER DE LA EPE!
 
Dino Segura
 
VER: https://www.facebook.com/tallerdelaepe/
http://www.corporacionepe.org/taller-de-la-epe1