Por: Dino Segura

Si se sigue con la tenencia de densificar el centro, no hay avenidas posibles ni soluciones reales a la movilidad, ni al embellecimiento del centro de la ciudad. En días pasados fui testigo de una discusión acerca del TRANSMILENIO por la séptima. Y claro, es imposible no considerar el impacto urbanístico positivo de Transmilenio en esta vía.

Sin embargo, Peñalosa anotaba que el problema de la movilidad nos colocaba ante esta única opción, nadie propone otra alternativa ni hay otras propuestas, dice. Y frente a esto yo si creo que debemos ser claros.  A pesar de las cualidades positivas de Transmilenio por la séptima, existen en el momento otras urgencias prioritarias para la movilidad como lo son Transmilenio por la Boyacá o la 68 o la ciudad de Cali. Pero, además, hay otras consideraciones.

Yo creo que por una parte el crecimiento de Bogotá debe cuestionarse y, por otra también debemos considerar la manera como Bogotá está organizada. Con respecto a lo primero, ya lo hemos reiterado en diversas oportunidades: el centralismo de Bogotá la convertirá en una ciudad invivible. En este caso, el problema nos remite a políticas de estado, nacionales. Es importante crear otros centros de desarrollo que favorezcan a otras regiones y favorezcan también a Bogotá haciéndola vivible, con menos habitantes y con un desarrollo de mayor calidad, con más bibliotecas, teatros, parques, salas de conciertos, etc. En Colombia el crecimiento desmesurado de cinco o seis centros urbanos (Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena) debe detenerse. Debemos inventar otros polos de desarrollo, con opciones atractivas para los colombianos en otras regiones.

Pero en el caso de Bogotá a ese desarrollo centralista que hace que Bogotá crezca y crezca se añade una desastrosa planeación. Y mientras la planeación de Bogotá no sea real, seria y profesional, jamás tendremos solucionado el problema de la movilidad. Realmente no se trata de quien es el alcalde. Sea quien sea si no hay una planeación seria sólo se podrán hacer obras para mostrar, para poner en la vitrina pero que no impactan a la ciudad. Volvamos a la movilidad. Aunque no tengo los datos precisos lo que planteo podemos imaginarlo. Por qué en la mañana existe un flujo aterrador de personas de la periferia al centro de la ciudad. Vienen buses y autos y taxis y ciclas y lo que nos imaginemos del norte, del sur, del occidente, de todas partes hacia el centro. Y por la tarde a la inversa van vehículos de todas las clases a la periferia. ¿Por qué tienen que venir al centro de Bogotá?

¡PORQUE BOGOTÁ ESTA MAL HECHA!

¿Cuántas universidades están en el centro y cuántas están en La Candelaria? Y, consecuentemente, ¿cuántas personas tienen que venir de la periferia al centro? Pero no solo las universidades están atiborrando el centro, también lo están oficinas públicas como los juzgados y la contraloría y la fiscalía y los palacios de lo que sea. Y las universidades, al mismo tiempo que están haciendo invivible la movilidad, están agazapadas sin verdaderos campus universitarios, que ofrecerían instalaciones flexibles y amigables, con espacios para que entre jardines y colecciones de plantas y de árboles y campos deportivos se pudiese disfrutar el trópico. Pero no, lo que se tiene son un conjunto de salones y salas y pasillos y disposiciones para que los unos se sienten a escuchar a los otros y todos a repetir y repetir esas verdades absolutas que llaman conocimiento.

Si las universidades estuviesen en la periferia, con verdaderos campus que bien pueden construir con lo que valen esas casas que son monumentos nacionales, que bien pueden construir con lo que valen esos edificios que lastimosamente se trepan a las montañas, se disminuiría bastante el problema de la movilidad. Otro tanto puede decirse de la localización de las oficinas publicas. Así pues, colocar esas instituciones en las afueras de Bogotá mejoraría no solo el que hacer de las universidades sino también el centro de Bogotá y la calidad de vida de todos. Los estudiantes no solo recibirían clases, sino que podrían disfrutar de los jardines y plazoletas y exposiciones experimentales y de los conciertos y presentaciones de grupos experimentales y … tantas cosas que son verdaderas experiencias formativas y que hoy están negadas por carencia de espacios …

Si por el contrario se sigue la tenencia de densificar el centro, no hay avenidas posibles ni soluciones reales a la movilidad, ni al embellecimiento del centro de la ciudad.