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Volviendo a las críticas a lo que se suele hacer en las escuelas por imposiciones oficiales y tradiciones académicas, mencionemos un cuestionamiento desde otra perspectiva, que se relaciona también con las secuencias establecidas curricularmente.
 El asunto es que con el argumento de que nos llevan de lo simple a lo complejo, lo que resulta con frecuencia, como planes de estudio, es una recapitulación cronológica de la historia en una repetición estándar y estéril.
 Es así como en la Física se va de la Física del movimiento (Galileo – 1650) al estudio de la mecánica (Newton – 1700) y luego al tratamiento de muchas partículas (Termodinámica) desde la misma perspectiva newtoniana(1840), para llegar al electromagnetismo (Maxwell 1850) y a la física de comienzos del siglo XX (graciosamente denominada física moderna 1900). Valga anotar que casi nunca se estudia la física moderna en las aulas porque no alcanza el tiempo (hay tantas cosas antes). 

Se va a la escuela básica y media durante 12 a 13 años y no es posible llegar a la física de 1900 para acá. Los estudiantes conocen la existencia de Einstein o de Heisenberg por las propagandas de televisión (que los muestran como personajes un tanto locos y un tanto geniales) pero no por algún tratamiento así sea superficial de lo que son la mecánica cuántica o la relatividad, así estas construcciones hayan cambiado la imagen del mundo y de realidad que se construyen en la cotidianidad.
 
Si en la escuela se fuese más allá, a estudiar por ejemplo lo que conceptualmente sustentan los desarrollos contemporáneos, esto es la teoría de sistemas y del control (la cibernética) podemos afirmar que podría avanzarse en la comprensión de la tecnología contemporánea para hacer aportes diferentes a los que se plantean en todas partes con esa dosis de ignorancia que nos permite apenas replicar aquí lo que se hace en el mundo, en todo el mundo, con una dosis abrumadora de ignorancia (ojalá no).
 
Por otra parte, la secuenciación curricular que, repetimos, se hace siguiendo de lo simple a lo complejo, está también articulada con una prelación muy reiterada de la lógica y la razón, de lo establecido y el algoritmo, de la repetición y mecanización de procedimientos, Pink, diría con una prelación del hemisferio izquierdo.
 
Estamos así abocados, por una decisión de la escuela, a repetir cronológicamente lo que se ha hecho y a pensar de manera estándar, sin propiciar, ni proponer la posibilidad de inventar algo, ni una máquina, ni una hipótesis, ni un algoritmo, ni NADA.
 
Y lo que se observa con claridad es que lo que podría catapultar a nuestra sociedad no es la repetición sistemática de lo hecho, sino la confrontación con las posibilidades de lo nuevo, de la imaginación de la creatividad. De la invención. Y todas estas cosas surgen, no de los problemas de final de capítulo, sino de lo los problemas genuinos que tenemos ahí en la cotidianidad.
 
 
Dino Segura