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A mí me parece que muchas de las calamidades que vivimos actualmente podrían haberse mitigado y en muchos casos evitado si hubiésemos cambiado la manera de pensar. Existen afirmaciones usuales que se repiten pero que me parece que no entendemos lo suficiente. Simplemente nos parecen bonitas y las repetimos. Es el caso de la afirmación de Lorentz,
«el aleteo de una mariposa en Hong Kong puede desatar una tempestad en Nueva York».
O de la afirmación de Leonardo Da Vinci, tantas veces repetida por P. Lugari.
«Todo viene de todo, todo está hecho de todo y todo regresa a todo».
Es el caso, también, de la causalidad. Seguimos pensando que lo que sucede obedece a causas muy bien definidas y puntuales y que una vez identificadas, así sea aparentemente, por la tranquilidad que emana de la comprensión lograda, nos sentimos satisfechos.
 
Entonces nuestros periodistas proclaman que somos víctimas del invierno y que las lluvias están causando desastres en el continente.  Y no atinamos a preguntarnos cuáles son las razones para que no estemos preparados para estas lluvias torrenciales, hasta que alguien dice que hay dos circunstancias a tener en cuenta. Por una parte el descuido y la depredación de las rondas de las quebradas que, a la vez que han disminuido la retención del agua, aumentan los efectos de la erosión, pues se está sembrando en las laderas. Y, por otra, las consecuencias de la utilización de zonas de riesgo para levantar viviendas.
 
Y, todavía aquí no hemos completado el estudio de las múltiples causas, estamos en algo así como el razonamiento de segundo nivel. El asunto es que vale la pena preguntarnos ¿Por qué se depredan las quebradas y se siembra en las laderas? Y ¿Por qué se urbanizan las zonas de mayor riesgo?. Entonces nos encontramos con que precisamente son los pobres los que están colonizando los páramos y las montañas y, también son los pobres quienes sufren los rigores de las crecientes. Es así como caemos en la cuenta de que ni los ricos están colonizando las montañas, ni los ricos están construyendo en las zonas de alto riesgo. Los responsables, entonces ¿Quiénes son?
 
Así pues, como lo afirmaba J. Lovelook (el autor de Gaia), la principal causa del deterioro del medio ambiente es la pobreza. Y, en nuestro caso, la pobreza y el abandono. Pero, llegados a este punto nos preguntamos, y, de donde acá Colombia tiene esos niveles de pobreza tan profundos. El asunto es que nuestro modelo económico “Necesariamente” aumenta la inequidad, eso es inevitable. Por otra parte, la corrupción ha sido tan enorme que las partidas que en un momento hubiesen evitado las tragedias han ido a parar a los bolsillos de otros.
 
Y el que estemos en manos de los corruptos y al arbitrio de un sistema económico insostenible depende de TODOS NOSOTROS. Los que toman esas decisiones, los que roban y llevan el país a la destrucción de sus ecosistemas y posibilidades, han sido elegidos democráticamente por nosotros. Así pues, como nos lo decía Leonardo, «Todo viene de todo, todo está hecho de todo y todo regresa a todo».
 
Pero por otra parte,  aunque para muchos “Un solo voto” no cambiará en nada lo que sucede en nuestro país, pueden darse determinadas condiciones iniciales que conduzcan a transformaciones inesperadas. Ya lo vivimos una vez con el fenómeno “Mockus” en donde un solo voto puede ser el aleteo de una mariposa que transformará lo que estamos padeciendo.
 
En ausencia de explicaciones y carentes del saber hacer, caemos en manos de las creencias, la magia y las religiones y lo único que atinamos es a esperar un golpe de suerte ¡Un milagro¡ Mientras amparados en la ignorancia, la indiferencia y la indolencia de todos, los gobernantes siguen depredando y apropiándose los recursos, el sistema educativo es más y más obsoleto e inútil, graduando y graduando.
 
Tenemos así un país con inmensas posibilidades plagado de doctores sin investigaciones ni recursos para ello, un país que busca buenos resultados en las pruebas aunque sabemos que no significan absolutamente nada y en las que entre los mejor calificados se incluyen a los tramposos y los delincuentes. 
 
Era necesario que el país contara con doctores, se trataba de lograr un índice que nos exigen para decirnos que tenemos futuro, era una formalidad. A los doctores los necesitábamos para tener un índice, no para que investigaran ni averiguaran que hacer con nuestras posibilidades.
 
Vivimos de las apariencias …
 
Dino  Segura