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Creo que A LOS MAESTROS la casualidad nos está poniendo un reto que si lo asumimos, podríamos demostrar que sí podemos hacer de Colombia  un mejor país, además de que sí podemos cambiar.   Todos podemos ser protagonistas. Existen muchas quejas de diversa índole por lo que hacemos  mal o no hacemos los maestros.

 Quiérase o no los maestros somos importantes para los niños. Son muchas las cosas importantes que aprenden los niños en la escuela y que si no lo proponemos nosotros ¡Nadie lo haría¡.  Quiérase que no, para muchos niños, nosotros, sus maestros, somos personas en quien confiar.  Vamos a demostrar que desde la escuela se puede transformar la sociedad. Este es un mensaje para todos los estratos y para todos los que vivimos en Bogotá.  Un mensaje para todos los colegios, públicos y privados. Porque el poder no solo es el poder de los gobernantes, también el poder de la razón fundado en el conocimiento, respaldado por la sinceridad y dinamizado y hecho real por el compromiso ciudadano.
Tenemos que ser conscientes de que si se logramos separar las basuras en la fuente, en nuestros hogares, no solo el botadero de Doña Juana durará mucho más tiempo en rellenarse sino que los residuos ya no serán basura sino más bien: Materia prima para procesos productivos. Y podrían manejarse mucho mejor procesos como la contaminación, la putrefacción y el aprovechamiento.
Los residuos orgánicos son fuente de transformación para obtener abonos y otras cosas. Los residuos no orgánicos dependiendo de su estado y características pueden reciclarse. Vale la pena separarlos también en varios tipos. 

Pongámonos una meta:  1. Por ejemplo que a partir de digamos el 1 de noviembre,  en todos los hogares habrá dos bolsas: la negra para lo orgánico. La blanca para lo no orgánico.  Para hacerlo los niños recibirán toda la información en la escuela para lograr en su casa la separación en las dos bolsas. Si lo hacemos bien, los niños pueden iniciar una revolución.  
Y vamos a comprometer al Distrito para que haya recolección discriminada. Que no se echen al camión las dos bolsas revolviéndolas; sino que unos días vaya un camión por las negras y otro día por las blancas. Y que los recicladores sepan qué días están las blancas para que puedan hacer su tarea más fácilmente.
2. En una segunda etapa tendremos un día para la recolección de vidrio y plásticos y otros días para el papel. Por ahora propongo que el 1 de Noviembre sea el día a partir del cual TODOS utilizamos dos bolsas.
El asunto es que si esto no lo hace la escuela, nadie más lo puede hacer. 
Casi podríamos decir que:  a partir del 1 de Noviembre en BOGOTÁ ¡No hay basura!
¿Que tal: una ciudad sin basura?  ¡CLARO QUE ES POSIBLE!
Y vamos a mostrar que esto puede cambiar si lo que se busca es razonable y honrado.
Vamos a mostrar  que los maestros estamos pensando en cómo hacer de Colombia un país vivible y Bogotá una capital ejemplar.
Los partidos políticos no existen pero la ciudadanía usualmente indiferente cuando decide actuar puede ser una fuerza incontenible. Y si de ciudadanía se habla, no podemos olvidar a los maestros, germen de ciudadanía y compromiso.
Dino Segura