Por: Dino Segura

Coordinador General Corporación Escuela Pedagógica Experimental

Es muy probable que ya muchos hayan escrito sobre este punto, sin embrago quiero reiterarlo si es el caso. La educación no son solo las clases, el ambiente escolar es determinante y lo es de diversas maneras y en todos los niveles escolares desde la escuela inicial hasta la universidad. He visto algunos videos de Youtube y definitivamente es posible encontrar allí clases muy buenas e interesantísimas, con ejemplos bonitos y apropiados. Podría citar temas y ejemplos de matemáticas, de cálculo y álgebra a diferentes niveles.

También es el caso de Física y de Química, allí se encuentra lo que tu quieras incluso de temas un poco más sofisticados por ejemplo de la dimensión fractal que son un tanto extraños en las universidades. Y tenemos otras ventajas de esas clases. Por una parte, se nota el esfuerzo de quienes las protagonizan por hacerlas inteligibles, atractivas y útiles. Y otra ventaja: si a uno no le gusta ese maestro, sobre el mismo tema puedes encontrar varios y entonces es posible irte para otra clase sobre lo mismo hasta encontrar el maestro que definitivamente te guste .

Pero no es solo en el caso las clases formales. Todos sabemos que tanto los currículos como los niveles de profundidad, los ejemplos y las secuencias didácticas se han universalizado, es así como los textos que se utilizan en un país se encuentran en muchos otros traducidos o copiados y vueltos a copiar. También se encuentran en la red y si se quiere, también en Youtube, una cantidad enorme de propuestas para elaborar artefactos, herramientas, instrumentos de medida, etc., con la ventaja que con frecuencia si funcionan. Es el caso de una estufa solar (parabólica) que fabriqué siguiendo paso a paso las instrucciones y, al final, funcionó de verdad. Esta era la propuesta de un profesor chileno. Existen de este mismo tipo, instrucciones para construir una estación meteorológica (anemómetros, higrómetros, barómetros, etc.) y otras cosas más.

Y sigo mencionándolo: en Youtube no solo existe el dato estándar sino, es increíble, también las instrucciones para arreglar instrumentos como mecheros, alarmas, un instrumento musical, instrumentos de medida como cintas diamétricas, etc. Pero ese no es el punto, ¡Youtube no reemplaza la universidad!, aunque sí puede reemplazar muchas de las clases que se dictan en la universidad y con lujo de detalles. Si la formación en la Universidad fuese solo el aprendizaje de la información, esto es, de los algoritmos, los procedimientos y los datos. Youtube sería una bonita opción a considerar. Pero lo que se aprende en la universidad es mucho más y, tal vez, ¡son asuntos más determinantes para la vida!

Por ejemplo, aunque los asuntos de contenido, esto es, las informaciones en general, son las mismas en todos los cursos de Calculo 1 y tanto los contenidos que se exigen como sus evaluaciones son comparables en todos los programas de diferentes universidades, el que el compañero de pupitre sea el hijo de un ministro, o de una gerente de operaciones de una firma multinacional, hace una diferencia importante. ¡A la universidad no solo se va a memorizar contenidos, también se va a hacer amistades para la vida!

Pero ahí no para la consideración. Aunque las clases sean las mismas y lo que se aprende de memoria sea idéntico, el recorrido que se hace por los vericuetos de la universidad, las discusiones que se dan en las cafeterías, los espectáculos en las salas de exposiciones, las arengas de las plazas públicas, las carteleras improvisadas o no, las discusiones que se escuchan de otras personas de otros programas y de diferentes semestres, pueden ser más formativos que el cumplimiento de las exigencias académicas. Y eso, por ejemplo, hace una diferencia entre las universidades que poseen un campus y las universidades digamos, de garaje, que cuentan apenas con salones y salones con pupitres y pupitres y tableros y tableros (incluso inteligentes), que carecen de las posibilidades de debates y arengas y, la opción de participar, así solo sea en la elaboración de su plan de estudios.

El asunto es que la educación superior debería tener un compromiso muy grande e inequívoco con la formación de ciudadanos y en ese sentido de demócratas. Eso no nos remite a la necesidad de cátedras de democracia en el pensum, sino a la posibilidad real de participar, de tomar decisiones en la vida escolar de la universidad. Si lo que se hace se reduce a cumplir obedientemente con lo previsto, aunque lo previsto sea muy bueno, poco estamos haciendo por un país que de verdad requiere de experiencias democráticas. Si bien necesitamos de personas muy bien formadas académicamente, la falta de democracia, asunto que evidenciamos a diario, es nuestra mayor carencia.

Así pues, no podemos darnos por bien servidos con las asignaturas por radio, TV, teléfono o internet, necesitamos convencernos que jamás eso remplazará la formación en la Universidad (o en la Escuela). Las interacciones interpersonales, las interacciones con la institucionalidad, las interacciones con la norma y con ello, las posibilidades de disentir, de proponer, de decidir y de ser diversos son lo más importante de la formación.

La manera de hacer sentir la Universidad en la casa no puede traducirse en un aumento irracional de tareas que más parecen una necesidad de hacer sentir la importancia de lo que se hace por la incomodidad que producen que por la conveniencia de la tarea misma.

Necesitamos creatividad para lograr que la universidad (y el colegio en casa) no sean solo un adiestramiento vacío e inútil.