Corporación Escuela Pedagógica Experimental
A propósito de una columna de Daniel Mera Villamizar en El Espectador, sábado 22 de Septiembre. Estamos de acuerdo en mucho,
sin embargo el enfoque que plantea, que es el de siempre, desde hace centurias, que nos remite a que las escuelas serán mejores si son mejores los currículos, hace mucho tiempo se demostró que está equivocado o, por lo menos, atrasado. Pienso un tanto diferente.
El fracaso de la educación no se evidencia por los resultados de las pruebas domésticas o internacionales. Las evidencias de que nuestra educación es un fracaso en cuanto a la instrucción se corroboran con los puentes caídos, las carreteras con derrumbes, los edificios y los grandes proyectos colapsados.
- Las evidencias de que nuestra educación es un fracaso en cuanto a los valores como seres humanos se corrobora con la corrupción y la delincuencia protagonizada por egresados de las universidades más prestigiosas.
- Las raices de todo este estado de vergüenza puede irse buscando rio arriba: mientras todo esto pasa, las universidades muestran un silencio absoluto, estas cosas no son con ellas. Eso se llama falta de dignidad. No son capaces de poner la cara. Entonces, ¿Qué se puede esperar de sus egresados?
- Claro que existe una decepción muy grande de parte de nuestros jovencitos frente a un país en el que las noticias de siempre son los crímenes, mientras se ocultan las conquistas importantes de los pocos científicos que se mantienen testarudamente al frente de sus proyectos aun los sin recursos ni las inveriones adecuadas.
- Y esto sucede como consecuencia de las intenciones muy bien llevadas por las cinco o seis últimas administraciones presidenciales que expresamente han obrado reiterando que la formación científico-tecnológica no es la prelación pues nuestros ojos deben estar puestos en las ilusiones derivadas de los ecursos naturales no renovables (¿Cuántos institutos de investigación han desaparecido en los últimos 25 años?).
- Estos problemas no se solucionan con un buen currículo.
- Para que la educación vuelva a ser importante se requiere que la oficina planeación nacional se plantee otros horizontes y obre en consecuencia. Si los resultados de la investigación apuntan a generar soluciones sensibles en nuestras vidas, seguramente tendremos investigadores para ello.
- Para que volvamos a preocuparnos por los valores humanos tenemos que tener instituciones limpias, para respetar la democracia, necesitamos instituciones democráticas y esto no se reduce a votaciones sino a la legítima participación de individuos autónomos que conducirá a la libertad a lahora de decidir.
- Estas cosas no están en el currículo…
Entre otras cosas podríamos pensar que el currículo es el escondite apropiado para quienes creen que el asunto es cumplir obedientemente con las ordenes y disposiciones de otros encuentren y señalen a los culpables de su propia mediocridad.