¡EL ENTORNO DE BOGOTÁ ES UN ENCANTO!
Sigo pensando en que sentir el aire de las montañas, el viento y los sonidos de los árboles y las quebradas son experiencias de vida irreemplazables. Ir por los senderos de nuestros montes y tener que esforzarse para superar las dificultades del ascenso en las cuestas y también en los descensos son vivencias gratificantes y hermosas.
Esas experiencias nunca se hacen en la soledad y por ello están acompañadas siempre de apoyos y colaboraciones y solidaridades y celebraciones. La compañía es el acicate, es el testimonio y el reconocimiento y el orgullo.
Bogotá ha crecido y lo ha hecho a expensas de sus vecindades, pero el entorno de la ciudad es pródigo en posibilidades y aún tenemos ahí muy cerca, a menos de una hora si es un domingo en la mañana, muchos destinos amigables que serán inolvidables.
Quiero compartir varias salidas cuya meta no es un destino, la meta es el camino, pero el destino es encantador. Si estamos en Bogotá, casi en cualquier parte de la capital, al cabo de 30 minutos ya estaremos disfrutando de paisajes y novedades inolvidables.
Vamos a ir a Soo al Parque Pionono y sus alrededores. También en Choachí a La Chorrera y al El Chiflón ( dos cascadas) o a la Laguna de Ubaque.
Vamos a Suesca a disfrutar de sus rocas y especialmente de los Monolitos. Y en la Esperanza, con esos prodigios del agua, y, especialmente al Salto de la Monja. En Bogotá, en su centro, tenemos el inolvidable el Parque Entre Nubes, en la Localidad 4ª (San Cristóbal, Rafael Uribe y Usme). Y, ¿qué tal en Soacha el parque Chicaque?
Esas experiencias nunca se hacen en la soledad y por ello están acompañadas siempre de apoyos y colaboraciones y solidaridades y celebraciones. La compañía es el acicate, es el testimonio y el reconocimiento y el orgullo.
Bogotá ha crecido y lo ha hecho a expensas de sus vecindades, pero el entorno de la ciudad es pródigo en posibilidades y aún tenemos ahí muy cerca, a menos de una hora si es un domingo en la mañana, muchos destinos amigables que serán inolvidables.
Quiero compartir varias salidas cuya meta no es un destino, la meta es el camino, pero el destino es encantador. Si estamos en Bogotá, casi en cualquier parte de la capital, al cabo de 30 minutos ya estaremos disfrutando de paisajes y novedades inolvidables.
Vamos a ir a Soo al Parque Pionono y sus alrededores. También en Choachí a La Chorrera y al El Chiflón ( dos cascadas) o a la Laguna de Ubaque.
Vamos a Suesca a disfrutar de sus rocas y especialmente de los Monolitos. Y en la Esperanza, con esos prodigios del agua, y, especialmente al Salto de la Monja. En Bogotá, en su centro, tenemos el inolvidable el Parque Entre Nubes, en la Localidad 4ª (San Cristóbal, Rafael Uribe y Usme). Y, ¿qué tal en Soacha el parque Chicaque?
CHOACHI: La Chorrera, El Chiflón y la Laguna de Ubaque.
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Comencemos, por Choachí ¡Justo detrás de Monserrate¡ Llegar a este municipio solo es cuestión de recorrer 40 minutos. Después de pasar por la Circunvalar, cerca al barrio Los Laches nos desviamos para tomar la carretera que nos llevará a descubrir una exhubenrancia de naturaleza, de fauna y claro también de de deliciosa gastronomía cundinamarquesa.
El primer destino es un parque natural, administrado por una comunidad muy organizada y dentro de este parque se encuentra una cascada con el nombre de la Chorrera, catalogada como la segunda más alta de Colombia con 590 metros de caída. Durante el recorrido visitamos otra cascada el Chiflón con 50 metros de altura con la innolvidable experiencia de pasar detrás de la cascada. La caminata total dura cuatro horas y a pesar del cansancio final es una de las experiencias más gratificantes y que vale la pena realizar para un remanso de paz, de alegría entre la fauna y la flora. |
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RECORRIENDO MIS PASOS POR ALEMANIA
POTSDAM
Sansouci es imponente y bello, su historia fue en un momento la historia de la humanidad junto con Potsdam. Estas ciudades se convierten en el punto de partida para elaboraciones acerca de la humanidad: Las guerras, las artes, la ciencia, la tecnología pero por sobre todo, la demostración de que un pueblo que cree en sí mismo puede volver después de las derrotas y de los errores a ser que hoy nuevamente son los determinantes para muchas cosas, en muchas partes.
