Es realmente muy alentador asistir a eventos como el IV ENA, el Encuentro Nuestra América, que se llevó a cabo en Brasilia la semana pasada. Allí, nos encontramos cerca de 80 personas que de alguna manera hemos estado al frente de iniciativas de educación alternativa en América. En esta oportunidad, además de los educadores de Brasil, los anfitriones y los de Puerto Rico, de donde viene la iniciativa, nos encontramos con amigos, colegas y compañeros de sueños del Salvador, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Uruguay y Argentina (tal vez de otras partes que estoy olvidando).
Esas urgencias de descolonizar nuestras escuelas y de incorporar en los procesos pedagógicos aspectos culturales y epistemológicos locales ,se mantienen como una opción de transformación para nuestra América. Sí, esa es una opción con la cual coincidimos que a la vez que nos invita y propone un derrotero nos exige también la necesidad de investigar para que cada día no conozcamos más e inventemos opciones autónomas poderosas. Ya tendremos la posibilidad de encontrarnos en Chile en dos años. Allí tendremos el Quinto ENA.
Esas urgencias de descolonizar nuestras escuelas y de incorporar en los procesos pedagógicos aspectos culturales y epistemológicos locales ,se mantienen como una opción de transformación para nuestra América. Sí, esa es una opción con la cual coincidimos que a la vez que nos invita y propone un derrotero nos exige también la necesidad de investigar para que cada día no conozcamos más e inventemos opciones autónomas poderosas. Ya tendremos la posibilidad de encontrarnos en Chile en dos años. Allí tendremos el Quinto ENA.
III CONANE: INNOVACIÓN Y SOSTENIBILIDAD
Primera vez que estuve en un CONANE y, por su puesto, conaneando. Esto quiere decir, compartiendo y soñando con posibilidades de trasformación. Tenemos entonces que no se trata simplemente de cambiar, de hacer las cosas de otra manera, se trata también de buscar sociedades en donde podamos ser felices, en donde podamos compartir, en donde conozcamos de otra manera, de maneras más contemporáneas; esto es, que superen los parámetros de la modernidad con sus secuelas de injusticia e inequidad. Y allí estábamos más de 600 personas, haciendo las cosas como suelen ser en Brasilia, enormes, monumentales.
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