Cuando, muy a la ligera, identificamos la calidad de la educación con los resultados de las pruebas nacionales e internacionales, es casi inevitable mirar como actor principal a la escuela y entonces cuestionar lo que hacen los maestros, preguntarnos por los currículos, inventariar los recursos escolares, tematizar el bienestar de los docentes, etc. y pensar, también muy a la ligera, que el mejoramiento de la calidad de la educación tiene como único factor a la escuela, o al sistema educativo.
Cuando, muy a la ligera, identificamos la calidad de la educación con los resultados de las pruebas nacionales e internacionales, es casi inevitable mirar como actor principal a la escuela y entonces cuestionar lo que hacen los maestros, preguntarnos por los currículos, inventariar los recursos escolares, tematizar el bienestar de los docentes, etc. y pensar, también muy a la ligera, que el mejoramiento de la calidad de la educación tiene como único factor a la escuela, o al sistema educativo.
Sin embargo, como el problema es más de carácter cultural y lo que queremos es que en nuestro país (además de una buena instrucción) no haya corrupción, ni impunidad, ni mentiras, ni engaños que conduzcan a la delincuencia, a la inseguridad, a la inequidad o a la violencia, también tenemos que mirar a otros actores a quienes con seguridad debemos exigirles su contribución si es que de verdad queremos un país decente.
Pensemos: ¿Qué debería hacer la familia para que los niños no aprendan a mentir, ni a engañar, ni a crecer en la indignidad?
Pensemos: ¿Qué deberían hacer los medios de comunicación para no contribuir con el manejo perverso de la información?
Pensemos: ¿Cómo deberían actuar los publicistas y quienes manejan la propaganda para no contribuir al afianzamiento de valores lamentables de discriminación y segregación?
Pensemos: ¿Cómo deberían ser las campañas de los políticos y los planes de gobierno y las rendiciones de cuentas si lo que se busca es que cada acto político posea un saldo pedagógico y transformador?
Pensemos: Soñemos que cada ciudadano en su cotidianidad tiene muy claro que sus acciones ( y también su indiferencia) poseen implicaciones en su entorno que contribuyen a la disposición/indisposición de otros, a la satisfacción/insatisfacción de otros, a la alegría/tristeza de otros, y que de acuerdo con ello obra y se siente contribuyendo así a lograr un mejor vivir para él y para todos y que al hacerlo siente satisfacciones por lo que hace. ¡Cómo serían nuestras conductas si de verdad seguimos soñando y nos resistimos a seguir viviendo pesadillas!
Claro que la escuela tiene una importancia particular en todo esto, el poder que tiene la escuela es muy grande aunque a veces no somos conscientes de ello. Para el niño lo que dice su maestro es muy importante, tan importante que armado con los argumentos escolares los niños pueden conmocionar el territorio familiar y el autoritarismo de sus padres. Es posible que si las familias asumen su tarea es porque la escuela lo propone, lo posibilita y posiblemente lo exige. En ese sentido, es posible también que los que primero vivan los impactos de una nueva escuela sean las familias y, con ellas, el país completo.
Es también por eso, que lo que se hace en la escuela, tiene que ser distinto. Es importante que los niños sean más matemáticos, pero eso no es equivalente a que simplemente manejen mejor los algoritmos.
Es importante que posean un compromiso con el conocimiento, pero eso no se restringe a que posean más y mejor información.
En este sentido no se trata de mejorar la escuela que tenemos, lo que realmente estamos proponiendo es que cambiemos de escuela. Necesitamos OTRA escuela.
Eso está por verse…
Dino Segura
Pensemos: ¿Qué debería hacer la familia para que los niños no aprendan a mentir, ni a engañar, ni a crecer en la indignidad?
Pensemos: ¿Qué deberían hacer los medios de comunicación para no contribuir con el manejo perverso de la información?
Pensemos: ¿Cómo deberían actuar los publicistas y quienes manejan la propaganda para no contribuir al afianzamiento de valores lamentables de discriminación y segregación?
Pensemos: ¿Cómo deberían ser las campañas de los políticos y los planes de gobierno y las rendiciones de cuentas si lo que se busca es que cada acto político posea un saldo pedagógico y transformador?
Pensemos: Soñemos que cada ciudadano en su cotidianidad tiene muy claro que sus acciones ( y también su indiferencia) poseen implicaciones en su entorno que contribuyen a la disposición/indisposición de otros, a la satisfacción/insatisfacción de otros, a la alegría/tristeza de otros, y que de acuerdo con ello obra y se siente contribuyendo así a lograr un mejor vivir para él y para todos y que al hacerlo siente satisfacciones por lo que hace. ¡Cómo serían nuestras conductas si de verdad seguimos soñando y nos resistimos a seguir viviendo pesadillas!
Claro que la escuela tiene una importancia particular en todo esto, el poder que tiene la escuela es muy grande aunque a veces no somos conscientes de ello. Para el niño lo que dice su maestro es muy importante, tan importante que armado con los argumentos escolares los niños pueden conmocionar el territorio familiar y el autoritarismo de sus padres. Es posible que si las familias asumen su tarea es porque la escuela lo propone, lo posibilita y posiblemente lo exige. En ese sentido, es posible también que los que primero vivan los impactos de una nueva escuela sean las familias y, con ellas, el país completo.
Es también por eso, que lo que se hace en la escuela, tiene que ser distinto. Es importante que los niños sean más matemáticos, pero eso no es equivalente a que simplemente manejen mejor los algoritmos.
Es importante que posean un compromiso con el conocimiento, pero eso no se restringe a que posean más y mejor información.
En este sentido no se trata de mejorar la escuela que tenemos, lo que realmente estamos proponiendo es que cambiemos de escuela. Necesitamos OTRA escuela.
Eso está por verse…
Dino Segura
Señor Maestro Dino Segura. Tuve la corta pero afortunada oportunidad de pasar por su escuela la EPE. Como maestra acompañante de uno de sus alumnos hace ya algunos años atrás. Viví momentos muy interesantes que compartï y me acompañan en mi hoy todavia ejercicio de la docencia. Hago labor social en el municipio de cucunuba, Ubate y ahora con deseo de colaborar en Sutatausa cerca al señor alcalde Hugo Santa. Un hombre muy joven aun pero con deseo de sacar a la provincia adelante. Manejo un proyecto educativo que vengo proponiendo y es producto de mi experiencia como docente al dia de hoy. he leido algunos de sus libros y es usted uno de mis ejemplos a seguir en este mi discurso sobre el cambio, ademas de mi maestro de cabecera Paulo Freydell. Reciba mi saludo y caluroso abrazo. Sin mas por el momento Patricia Rivera H
Señor Maestro Dino segura.
Muy grato volver leer sus comentarios con los cuales estoy totalmente de acuerdo. Que bueno seria que llegaran a por no decir menos a la hoy ministra de educación ya que nuestra mal herida Patria lo que necesita entre otras; es a gente preparada y con el amor por la pedagogía como lo considero a usted. Yo por mi lado y aunque creo no tengo ya el ímpetu que se necesita para formar escuelas, sigo apoyando a maestras en el campo y donde usted sera bienvenido cuando a bien tenga echarse la roda-dita. gracias.
Señor Maestro Dino segura.
Muy grato volver leer sus comentarios con los cuales estoy totalmente de acuerdo. Que bueno seria que llegaran a por no decir menos a la hoy ministra de educación ya que nuestra mal herida Patria lo que necesita entre otras; es a gente preparada y con el amor por la pedagogía como lo considero a usted. Yo por mi lado y aunque creo no tengo ya el ímpetu que se necesita para formar escuelas, sigo apoyando a maestras en el campo y donde usted sera bienvenido cuando a bien tenga echarse la roda-dita. gracias.
Señor Maestro Dino segura.
Muy grato volver leer sus comentarios con los cuales estoy totalmente de acuerdo. Que bueno seria que llegaran a por no decir menos a la hoy ministra de educación ya que nuestra mal herida Patria lo que necesita entre otras; es a gente preparada y con el amor por la pedagogía como lo considero a usted. Yo por mi lado y aunque creo no tengo ya el ímpetu que se necesita para formar escuelas, sigo apoyando a maestras en el campo y donde usted sera bienvenido cuando a bien tenga echarse la roda-dita. gracias.
Maestro Segura: reciba mi saludo.
Decir otra escuela es tan sencillo como complicado que lo escuchen y peor aun que se lleve a la practica. Tengo tanto por proponer en este nuevo camino y expectativas por sacarlo adelante.Ya tendremos momento para conversar. gracias por la atención.