Por: Dino Segura

Coordinador General Corporación Escuela Pedagógica Experimental

Volver a enunciar los defectos de la escuela de siempre es aburridor, todos los sabemos, los voy a enunciar al finalizar este documento, pero antes quiero enunciar la propuesta por una escuela distinta. TODOS deben regresar a la escuela con la idea fija en lo más importante, la socialización. Lo más importante en la edad escolar (de 3 a 20 años) es aprender a convivir (democráticamente), aprender a solucionar conflictos, aprender a ponerse de acuerdo (inventar el consenso), aprender a planear, a anticiparse …

Lo segundo más importante son las actividades artísticas, las plásticas, la música, el teatro, las artesanías. A través del arte se construyen y deconstruyen mundos. Lo tercero es avanzar en el pensamiento matemático y la literatura. Hacer creaciones literarias sin clase de lenguaje, sólo literatura. Hacer matemáticas sin algoritmos, solo vivencias abductivas. Lo cuarto es prepararse para vivir inteligentemente en un mundo condenado al cambio climático por las políticas económicas, nosotros trabajamos la economía azul.

El resto son arandelas que aprenderán quienes opten por las carreras pertinentes. Ya habrá tiempo para que estudien Física los que quieren ser físicos o ingenieros. O para estudiar Química los futuros químicos. En fin, el 95% de lo que se aprende en clases como la de Historia, Física  o filosofía se olvida a no ser por una que otra anécdota divertida de la clase tal.  Para que se haga esto los niños no requieren estar durante todo el tiempo en la escuela, aunque sí con sus compañeros en otra parte, diferente a la escuela. Llegó el momento de conocernos y de conocer por ejemplo a Bogotá y sus alrededores. Un día los niños pueden recorrer las veredas de un pueblito con el acompañamiento de niños de una escuela de ese pueblito. No es porque haya sitios turísticos, no. Precisamente es porque no los hay y así se puede conocer el mundo de primera mano.

Y podemos tener muchos días de campo. Podemos tener muchos días para compartir con otros habitantes del planeta. Podemos conocer todos los parques naturales y los museos y los monumentos del otro extremo de la ciudad. Y, mientras la mitad del grupo está en la escuela en las pocas clases que hay, la otra mitad está de viaje por el conocimiento. No se qué otras cosas se pueden hacer, pero me parece mezquino que por miedo a que los niños nos contagien (porque ellos en su mayoría no se contagiarán), los privemos de las vivencias más importantes de la vida, de este momento de la vida.

El sentido de este planteamiento es que podemos aprovechar las circunstancias para hacer algunos cambios en la concepción de escuela y en la organización de escuela, tratando de darle el mayor énfasis a la formación para la convivencia, a la democracia. En ese sentido sería muy importante que una vez se presente la posibilidad de hacer otra escuela (OTRAS ESCUELAS), y sean los mismos estudiantes quienes se imaginen lo que puede ser y se comprometan a hacerlo posible.

Aunque sea por un ratico, ¿Por qué no lo intentamos?

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Como lo prometí:  Las quejas a la escuela usual son

  1. su compromiso con la obediencia imposibilitando la democracia.
  2. Su compromiso con una cultura científica obsoleta, de hace 200 o 300 años.
  3. Su aislamiento de las ciencias contemporáneas y de otros saberes.
  4. La inutilidad de lo que se enseña.
  5. Su distanciamiento de los contextos, Colombia no ha ingresado al currículo.
  6. Su diseño para reproducir esta sociedad (corrupta e ignorante).