Por: Dino Segura
Cofundador Escuela Pedagógica Experimental.
Usualmente cuando se plantea una consideración como la del título, se piensa en que eso debe ser una tarea de la educación y creo que en eso coincidimos, la educación en parte tiene eso como meta: contribuir a la formación de personas que mantengan andando nuestra sociedad, y nuestra sociedad, al menos declarativamente, es una democracia. Pero pensar en ello no es simplemente pensar en la escuela pues, aunque no lo percibamos ni hagamos mucho por ello, todos educamos (o promovemos aprendizajes), incluyendo las instituciones, los medios de comunicación, la familia, etc. Y aquí es donde deberíamos hacer el primer alto en la exposición partiendo del postulado de que todas las interacciones de los seres vivos con su entorno desencadenan procesos de aprendizaje, la mayoría inconscientes, algunos conscientes.
El asunto es, cuál es la contribución que cada uno de nosotros, incluyendo las instituciones, promueve para la educación de las personas que nos rodean. Sería un buen ejercicio solicitar a cada uno de quienes nos rodean y a nosotros mismos que confesáramos cuál es nuestra contribución para la educación. Y que lo digan las instituciones y los dignatarios y que lo digan todos. Necesitamos un instante de reflexión: ¿Cómo estamos contribuyendo a educar a nuestros semejantes y en particular, a nuestros niños? Creo que es un asunto de responsabilidad.
Sobre democracia qué nos está enseñando:
- El parlamento
- El alcalde
- El presidente
- El policía
- El conductor
- El portero del edificio
- La señora que está caminando por la acera de enfrente,
Pero, volviendo a nuestro título, que se relaciona con la educación y la democracia, es conveniente recordar algunos elementos del pensamiento contemporáneo. Aunque aún hoy existen cosas que se aprenden repitiendo y memorizando lo que tenemos claro es que en cuanto al aprendizaje y al conocimiento son más importantes las interacciones y vivencias que los enunciados. No solamente montar en bicicleta o nadar son asuntos que se aprenden haciendo sino, prácticamente todo lo que no sea información.
Hoy, en el mundo y particularmente en Colombia hay gran necesidad de ser demócratas. No se trata de saber qué es la democracia, es mas bien la opción de comportarse como un demócrata. Quienes deben ser demócratas no son solo quienes como funcionarios del gobierno deben contribuir a la buena marcha del estado. Todos debemos ser demócratas. Un demócrata se comporta de una manera diferente frente a otra que no es demócrata. Un demócrata cruza la calle de una cierta manera. Se relaciona con los otros de cierta manera. Los demócratas manifiestan su característica como demócratas en todo momento y en todo lugar y toda situación. Los demócratas no solo son buenos ciudadanos, sino que son también buenas personas. Es por eso muy importante formarse como demócratas y eso no es asunto de ir a las clases de educación cívica o de democracia. Es algo como nadar pues se aprende a ser demócratas VIVIENDO la democracia.
Y ese es el problema, en la escuela.hay clases de democracia pero no se vive la democracia, más bien se vive la arbitrariedad.En la escuela se viven las normas en el ambiente de la imposición, entonces se aprende a obedecer pero no a ser responsable.En la escuela preguntamos qué hay que hacer y con ello clausuramos la posibilidad de participar.En la escuela estudiamos (y los otros enseñamos) lo que nos imponen no lo que queremos ni lo que necesitamos saber.Es muy importante que en la escuela se vivencie cómo es que surge una norma, cómo se viven las normas y cómo se cambian. Yo creo que mientras no logremos que en las escuelas se VIVA la democracia, no podremos salir de este estado de delincuencia e impunidad que estamos viviendo. Estoy seguro de que mientras no logremos acuerdos para conseguir lo más elemental y mínimo y nos comprometamos con ello, difícilmente podremos construir posibilidades CIERTAS DE CONVIVENCIA.