¿ SERÀ QUE YA NO ESTAMOS ENTRE SERES HUMANOS?
Lo que sucede en el mundo, no es algo que se haya iniciado ayer, es algo que tiene raíces y sobre lo cual hasta el papa se ha manifestado. En el mundo de hoy, con la universalización de valores distantes de casi todos y la búsqueda de la felicidad en satisfacciones novedosas, frustrantes y pasajeras, crecen una decepción universal y un escepticismo frente a todo, sobre todo, frente a lo que puede hacer y podemos esperar del ser humano.
No hay manera de justificar la muerte por hambre de miles de personas en el mundo, mientras en otras partes se botan millones de toneladas de comida a la basura.
No hay manera de justificar los bombardeos a la población civil en varias partes del planeta. No hay manera de justificar lo que sucedió ayer en Bélgica, ni meses antes en Francia. ¡Cuántos inocentes sufren las consecuencias de estos actos! Y estas infamias suceden ante nuestros ojos y ante los ojos de quienes culpan al terrorismo de ello. Y nos llenamos de palabras sin sentido que eluden el señalamiento de los culpables. Unos hablan del terrorismo otros de la mala suerte, otros de los extremistas y las ideologías, otros de El Niño. Así no hay culpables.
Estamos ante un modelo económico que no tiene una cara sino muchas caras. Quiénes son las multinacionales, qué es el sistema financiero, qué es la banca internacional. Pero en últimas ¿Quiénes se lucran de la miseria, la pobreza, el hambre y la inseguridad? ¿Será que se lucran o, que viven de ello?
Y lo que atinan a decir como posibilidad de defensa es que requerimos mejorar los sistemas de inteligencia. Como si con más policía, ejército y sistemas de espionaje y contra espionaje se recuperara el agua en la Guajira, o aparecieran los acueductos o tuvieran empleo los millones de desempleados o hubiera soluciones para los desterrados del mundo o hubiese país para quienes ya no lo tienen.
NO. El problema no es de inteligencia, es de humanidad, de conmiseración, de misericordia.
¿Será que ya no estamos entre seres humanos?
Dino Segura