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 Por estos días, tal vez por la lluvia, he tenido la oportunidad de ver a muchos ciclistas en las grandes avenidas, haciendo increíbles piruetas para mantenerse en la bicicleta, en medio de carros de todo tipo. Por otra parte, nos encontramos con una voluntad explícita de los alcaldes a favor del uso de la bicicleta.

​No sé cómo será la cosa en Medellín o en otras ciudades pues solo conozco el caso de Bogotá.
Lo primero es que mientras no se definan rutas específicas para los ciclistas nos encontramos con un efecto dominó con respecto a los peligros y posibles accidentes. El peligro y las dificultades no se restringen a los ciclistas, con su incursión inevitable entre las carros los posibles accidentes se multiplican y se presentan no solo involucrándolos sino a veces ocasionándolos a terceros. Me parece que es un acto de irresponsabilidad invitar a utilizar la bicicleta si no hay vías. Es casi una invitación a los accidentes, que pueden ser fatales. La situación es tanto más grave cuando las bicicletas van por los andenes. Entonces somos los peatones las víctimas.


Claro, para los peatones las cosas son mucho más graves. En Bogotá muchos utilizamos los andenes. En otras ciudades no hay andenes pues todos van en auto. Aquí muchos vamos a pie. Y es entonces cuando se evidencia nuestro tercer-mundismo: los andenes están llenos de trampas, a veces son huecos, otras son escalones, hay manijas de hierro que sobresalen. Algunos han continuado con los bolardos espantosos, de las losas que se instalan en todas partes muchas están flojas y como que se espera a que se rompan varias para que valga la pena el contrato. Las empresas colocan postes en los andenes y los inutilizan. El dueño de casa acondiciona el andén para el auto y el peatón que se las arregle! Es un calvario.
Y, qué hacemos con las motos. Claro, vale la pena festejar que con su aparición se está mejorando el ambiente puesto que es preferible una moto con una persona que un auto con una persona. Y si van dos personas en la moto, tanto mejor! Pero, son un peligro permanente tanto para el de la moto como para los autos que ahora no tienen el espacio de maniobra que da el carril completo cuando hay que eludir huecos o alguna que otra piedra o alguno que otro imprudente. No se exactamente las reglas de circulación de las motos pero me parece que deberían ir por el carril como los autos y no entre los carros. Deberíamos considerar el aumento considerable de accidentes fatales y no fatales de las motos que son muy frecuentes. No hacer cumplir las  normas es una gran irresponsabilidad pues se incrementan los accidentes.
Por otra parte, me parece que Bogotá tiene muchas vías y algunas de ellas bastante amplias. Pero ¿qué hacemos con vías de tres carriles cuando se convierten en vías de un solo carril porque a lado y lado hay autos parqueados?
Si no se permitiera que las calles se convirtieran en parqueaderos, que ninguna calle se convirtiera en parqueadero, no necesitaríamos el pico y placa. Ahí en la calle-parqueadero están los autos que no solamente no dejan circular libremente por la vías sino que a la hora pico salen a bloquear las otras vías de regreso a casa.
Considero que el sistema de transporte público de Bogotá de hoy es bastante bueno, claro que puede ser mejor, pero ya es bastante bueno y que vale la pena probar lo que sucedería si recuperamos las calles para los carros que están en circulación, los andenes para los peatones, se establecen vías para las bicicletas y que las motos vayan por SU carril.
 
¡Es una locura! 
Dino Segura